Una de las divisiones de los colores más conocidas es aquella que los clasifica según su importancia en primarios, secundarios y terciarios.
Un color primario es aquél que no se puede crear mezclando otros colores. Los colores primarios se pueden mezclar entre sí para producir la mayoría de los colores. Al mezclar dos colores primarios se produce lo que se conoce como color secundario, y al mezclar un secundario con un primario se produce lo que a veces se llama color terciario o intermedio.
Comúnmente, los colores rojo, amarillo y azul se consideran los colores primarios en el mundo del arte. Pero se ha comprobado que esto no es técnicamente cierto, o al menos es impreciso.
Un color secundario es aquel que se obtiene de la mezcla en una misma proporción de los colores primarios. Tradicionalmente se han enseñado los colores secundarios de la pintura, que corresponden a naranja, verde y púrpura. En el caso de la especificación del color, los colores secundarios de la síntesis aditiva (CMYK) son los primarios de la síntesis sustractiva, y viceversa. La disposición ordenada de los seis tonos, es decir, los tres primarios y los tres secundarios, constituye el llamado círculo cromático.
Un color terciario surge de la combinación en una misma proporción de un color primario y otro secundario. La amplia gama de colores que conocemos -y aquellos que desconocemos- corresponden a diversas mezclas, las cuales otorgan colores que pueden ser secundarios o terciarios.
En algunas formas de impresión, como el PANTONE Hexacrome, que trabajan con 6 tintas, es más evidente la aparición de las mezclas terciarias.
Tomando como base el círculo cromático, podemos definir los siguientes grupos de colores: colores acromáticos, colores cromáticos grises y colores monocromáticos.
Aquellos situados en la zona central del círculo cromático, próximos al centro de éste, que han perdido tanta saturación que no se aprecia en ellos el matiz original.
Situados cerca del centro del círculo, pero fuera de la zona de colores acromáticos, en ellos se distingue el matiz original aunque muy poco saturado.
Variaciones de saturación de un mismo matiz, obtenidas por desplazamiento desde un color puro hasta el centro del círculo cromático.