Testimonios

Testimonios TOV JOVENES

Una manera de enriquecernos es leer y meditar los testimonios que nos entregan los asistentes a los Talleres de Oración y Vida tanto de adultos como de jóvenes, o los participantes de los Cursos matrimoniales, como también de los Talleres de niños, llamados “Evangelizando Niños”.

Tomamos conciencia que la vocación misionera crece cuando podemos sintonizar con los testimonios que se reciben de todos los lugares donde están presentes los Talleres, transformándose en ejemplo de la siembra misionera que realizan los Guías.

He tenido la oportunidad de participar en un taller de Oración con el cual aprendí paso por paso para entrar en oración con nuestro Señor Jesucristo.

Yo personalmente estoy muy agradecida con el material, cada oración le llega al corazón, a la conciencia, al verdadero corazón de la divinidad de nuestro señor Jesucristo yo me quedo con la oración del Holocausto, me liberó de algo que llevaba desde hace mucho tiempo, fue una descarga maravillosa, a partir de eso solo sé que me tengo que abandonar a Jesús, a su palabra divina. El taller que recibí fue dictado por la hermana Antonia.

Estoy muy agradecida por los temas tan lindos que me ayudaran en mi vida cotidiana en mi hogar, que Dios bendiga a usted y familia y amigos. Atentamente,

Romelia, Santa Cruz Bolivia, 2006.

Es una experiencia muy bonita estar en presencia de Dios, es algo encantador, lleno de pureza y paz, bueno a mi me gustó mucho porque en los momentos más difíciles llegó este taller, que de alguna forma cambió mi vida, mi forma de pensar, en si mi todo, y mucho más me encontré en mi mismo, aquello que estaba oculto y que por medio de Dios lo he encontrado, yo no conocía muy bien quien era realmente ese ser supremo que me había creado, con el Desierto recordé todo lo que había aprendido en los talleres, pero también lo malo que me pasó y justo esa semana tomamos el tema de abandono y lo malo que pasó lo olvidé y así superé el problema que me tenía preso de no poder hablar como quería, pero ahora yo lo puedo realizar.

Nelson, Santa Cruz Bolivia 2006.

Yo quería que el taller me hiciera más amiga de Jesús y encontrar la forma de rezar, que me hiciera sentirme más cerca de El.

Quería ser capaz de vivir reflejándolo a El con la tranquilidad que sí lo tengo y que no necesito absolutamente nada mas.

Me sirvió mucho el taller porque aprendí que la oración es más linda cuando se complementa con el vivir. Se me abrió la posibilidad de verlo en cada cosa, cada minuto del día. Aprendí a valorar cada cosa y a cuidarla con amor.

Cuidar a las personas que tengo al lado, a la naturaleza y a compartir los dones que me ha dado.

Aprendí también que la Biblia no hay que entenderla al pie de la letra, que cada uno puede entenderla diferente y así seguir las huellas de Cristo.

Un tallerista, Chile.

TESTIMONIOS TOV ADULTOS

 

Querido padre Larrañaga,

Después de haber vivido el taller de oración y vida debo decirle que fue una experiencia sin igual, que me ha permitido aprender a orar porque lo que yo hacía hasta ahora era simplemente rezar.

He aprendido a practicar diferentes tipos de oración pero con la que más me avengo es la oración escrita.

Gracias a este taller he aprendido a ser una persona humilde, solidaria, respetuosa con los demás y con gran espíritu de ayuda a los necesitados pobres, enfermos, campesinos, trabajadores, viudas, ancianos, etc.

Pero principalmente he experimentado que yo estoy en Dios y Dios está en mí y que todo lo que hago lo debo hacer en secreto y que mis oraciones las debo efectuar escogiendo el momento adecuado, en mi cuarto y en silencio para poder sentir la presencia de Dios. He aprendido también a acoger a Dios en mi vida y decir “Señor hágase tu voluntad” “En tus manos me abandono” (…) y finalmente he comprendido que Dios no me puso en éste mundo para recibir premios por mis obras buenas sino para ayudar al prójimo en sus necesidades y a andar por el camino recto tal como Dios nos manda

Un abrazo de hermano,

Jorge, Bolivia.

Padre Ignacio,

Que la Paz sea siempre con usted, para mi ha sido la felicidad más grande haberle escuchado todas su pláticas, le agradezco de todo corazón, por dedicar todo su tiempo y su vida a Dios y a hacer conocerlo más intensamente, a amarlo de verdad, me siento muy agradecida a nuestro Señor por haber sido una de las elegidas para pasar estos talleres de oración y vida, mi vida ha cambiado bastante, al escuchar esas lecturas hechas por usted, he aprendido a conocer más a nuestro Señor, a dialogar con Él en los momentos que mas necesitaba de alguien y también en los momentos de alegría, agradeciéndole por todo lo recibido de Él.

Gracias padre Ignacio, que el Señor le de muchos años más de vida, para seguir con ese amor tan grande al Señor y para transmitirnos todos sus pensamientos y poder por medio de usted, llegar más rápido a la gloria de Dios.

Que el Señor lo bendiga siempre,

Una tallerista, Bolivia.

Padre Ignacio Larrañaga,

Querido amigo me atrevo a llamarlo amigo porque lo que hizo conmigo a través de los Talleres de Oración y Vida, fue algo que mis amigos no pueden creer aún.

Yo tomaba bebidas alcohólicas y no podía contenerme, estaba destruyendo mi hogar, hoy con mucha alegría le digo que hace 15 semanas yo no tomo y estoy recuperando a mi familia y la confianza de las hermanas Franciscanas Misioneras donde trabajo por los niños, esto gracia a usted que me enseñó a conocer el rostro de Cristo y su infinita bondad.

Muchas gracias amigo.

Atentamente,

Rubén, Santa Cruz 2006.

Soy una madre que ha perdido una hija en un accidente. Una mañana a primera hora sonó el teléfono y escuché la voz de un ángel que me habló del amor, consuelo y muchos manjares que Dios tenía para mí y quería ofrecérmelos por medio de talleres de Oración y Vida.

Durante el tiempo que asistí a las sesiones de Talleres pude sentir el aroma de Dios y saborear al máximo la sustancia de su amor. He tomado su energía y hoy me llena de paz el saber que tenemos una Vida Eterna a su lado. Quiero pedir a todos con mucha humildad que se acerquen a esta mesa y reciban el alimento que El nos ofrece por medio de Talleres de Oración y Vida.

Carmen, Bolivia.

El asistir al Taller de Oración me ha servido para aprender más y mejor el modo de amar a Dios a través del estudio y análisis de los diversos pasajes de los evangelistas y de los salmos.

EL Taller ha sido como un oasis dentro de la rutina diaria, que nos ha hecho preguntarnos y reflexionar acerca del modo que estábamos viviendo nuestra vida religiosa.

En lo estrictamente personal puedo decir que me ha ayudado a reprimir un poco mi carácter impulsivo, porque habitualmente respondía de inmediato sin medir las consecuencias de mis palabras. También he aprendido a perdonar las ofensas recibidas, lo que me ha producido una paz en el corazón que necesitaba mucho.

Agradezco al Señor que haya guiado mis pasos al Taller del Padre Ignacio, pues sus enseñanzas son muy clarificadoras y necesarias y nuestra guía Aurelia, nos las transmite con gran fervor y calidez.

Alicia, Valparaíso 2005.

Quiero decirte que para mí, participar en este Taller, ha sido abrir mis puertas que estaban cerradas.

Yo estaba pasando por un momento árido, y este Taller me ha significado un volver a estar viva, redescubrir la gracia divina de mi Dios que me acompaña siempre y que, a veces, por dejarme invadir por la depresión y la tristeza de la añoranza de lo que no tengo y quiero tener, sobre todo de mi salud, en poder ayudar a mi hija, estar al lado de mi nieta que es lo más maravilloso que Dios me ha dado, me alejo, como que me bloqueo.

Pero como siempre el Padre Dios, acude a mi rescate y a través del anuncio en la radio llegué hasta aquí, y con la ayuda de la Guía y el apoyo de todas nuevamente abrí mi corazón, mi alma y dejé entrar el sol, la primavera, el Amor de Dios en mí.

Gracias, gracias por la acogida, la paciencia, y el cariño que me brindaron todos.

Gracias a mi Guía por haber permitido al Señor que la usara como instrumento para el bien de nuestras almas.

Graciela, Chile.

Amadísimo Padre:

Aquí me tienes, ¡porque me has llamado por mi nombre¡ y yo con una inmensa felicidad en mi corazón, vengo a tu encuentro en busca de tu compañía y amor.

Hoy mirándote a los ojos me emociono profundamente, pues me doy cuenta que te has convertido en mi gran maestro. En ese maestro que es capaz de enseñar su oficio a los demás y lo hace con sencillez, alegría y por sobre todo con un gran amor.

Hay momentos que me siento tan pequeñita Padre ante la inmensidad de tu obra, y es entonces, cuando valoro aún más, el hecho que me cobijes en tu regazo. Yo sólo tengo para ti palabras de gratitud: ¿Cómo no agradecer todo lo que me has entregado mi Señor? Si desde que he venido a tu encuentro he recobrado la paz interior, todo parece fluir de otra manera; la vida familiar, mi relación con la naturaleza, estoy más dispuesta para mis semejantes y, por sobretodo ahora soy capaz de utilizar las herramientas para unirme y estar junto a Ti y, que Tu tan gentilmente me has enviado a través de este maravilloso Taller de Oración y Vida. Recuerdas Padre ¿cuántas veces te pedí algo así? muchas verdad, pero sólo tu sabes y comprendes cuando es el tiempo y momento preciso, y fue ahora y yo me siento tan agradecida y feliz en tu envolvente compañía.

Como he cambiado Padre mío, ¿recuerdas cuando llegué al Taller? Con una mochila que contenía angustia, tristeza, sin saber porque, soledad y falta de diálogo. Todo ello ha quedado atrás, hoy soy una persona nueva desde que confirmé que Tu estas conmigo y me amar, así tal cual soy, como te digo siempre, con mis defectos y cualidades.

También quiero que sepas que en mi tienes una servidora, dispuesta a llevar tu mensaje donde tu quieras, estaré alerta para recibir y acoger el mandato; porque las maravillas que me has enseñado debo entregárselas a mis semejantes. Dicen que el agua que guardamos y no distribuimos o compartimos, se echa a perder, no así, aquella que corre río abajo y que permite regar el campo, la semilla germina y finalmente da frutos. Hoy he descubierto que es esa mi misión ¿verdad Padre? (…)

Tu hija que tanto te ama,

Margarita, Valparaíso 2005.

(..) hice el Taller porque quiero encontrar a Dios, quiero sentir Su Presencia; muchas veces me puso a prueba, pero nunca me dejó sola; en las sesiones aprendí a conocerlo un poco más, especialmente a través de las clarísimas palabras del P. Larrañaga; espero poder hacerlo nuevamente para profundizar más en estas experiencias de oración…

Rosa, Argentina.

(..) el Taller me transformó: yo siempre participé asiduamente de la Eucaristía, pero la vivencia de fe en el Espíritu del Señor, en la que me sumergía cuando realizaba la Práctica Semanal del Taller en casa, fue algo totalmente nuevo para mí; me permitió profundizar y aumentar mi Fe y sobre todo llevar a mi vida la Palabra, practicarla concretamente, al estar en ese contacto permanente con el Señor y así mi compromiso con los demás se ha hecho más sincero y profundo…

Rubén, Argentina.

(..) cuando comenzó el Taller no imaginé que iba a superar mis expectativas. Como una planta fue creciendo la Palabra Divina, a través de las citas bíblicas, las reflexiones que cada tallerista aportaba y que se complementaban para hacer más clara la voz de Dios, las canciones meditativas, los mensajes del P. Larrañaga, los salmos, fueron resonando cada vez más en mi interior y fui volcándolo en mi cuaderno espiritual, se multiplicaron voces que me hablaban de fe, confianza, misericordia, abandono, esperanza, amor, refugio, fortaleza, cercanía del Señor. Las modalidades de oración, son una delicia y me facilitaron enormemente el camino del Encuentro con El. Siento que construí y preparé mi alma para el compromiso al que el Señor me llama. Espero serle fiel…

Cristina, Argentina.

Les escribo en pocas palabras mi experiencia. Para mi conocer los TOV, fue como volver a nacer en una tierra nueva; donde aprendí a conocer a Dios, y saber que con El, se fue mi timidez y el miedo de hablar, el miedo de enfrentar a las personas. Dios me da coraje, Se que me ama con todos mis defectos y debilidades. Soy feliz aquí donde estoy. Doy gracias a Dios por los Talleres de Oración y Vida!

Un tallerista, Uruguay.

Yo jamás me hubiera imaginado que se podía estar tan cerquita de Jesús. Solo con el es muy hermoso sentir que puedes conversar con El. Contarle tantas cosas y que él te escuche. Yo pude sacarme muchas cosas de mi pasado. Jamás imaginé que así sería, espero que jamás me aparte del camino de Jesús. El amor de El es tan grande que no puedes dejar de amarlo. Estoy feliz.

Ema, Valparaíso 2009.

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