Longitud de onda: entre 620 – 750 nm, frecuencia más baja de luz discernible por el ojo humano.
Etimología: Del latín russus, que a su vez derivó de la raíz indoeuropea reudh. Diversas fuentes prefieren derivarlo del latín rufus, que significa rubio.
Nombres o matices de rojo: acanelado, alazán, alazano, almagrado, aloque, amaranto, asalmonado, bermejo, bermellón, brasilado, buriel, borgoña, carmesí, carmín, cereza, coccíneo, colorado, coral, coralina, corinto, encarnado, enrojecido, escarlata, fucsia, grana, granate, grancé, grosella, ígneo, lacre, magenta, ostro, púrpura, purpúreo, robescente, rodeno, rojizo, rosicler, rosmarino, roso, royo, rúbeo, rubí, rubro, rufo, rusiente, sabino, sanguíneo, sobermejo.
El rojo es el primer color al que el hombre le puso un nombre, la denominación cromática más antigua del mundo. El simbolismo del rojo está determinado por dos experiencias elementales: el fuego es rojo y lo es también la sangre. Fuego y sangre tienen en todas las culturas un significado existencial. Luckiesh considera que el rojo es el color de la sangre, por lo cual fue usado por los grupos primitivos para defenderse de la naturaleza, como una señal de peligro. ((LUCKIESH, Matthew, Color and colors, Editorial Van Nostran Company Ind., 1938, Nueva York – E.E.U.U.))
Todo esto hace que se formen una serie de asociaciones duales como son el poder y la masculinidad, la ira y lo bélico, la crueldad y el martirio, la salud y la belleza, el amor y la felicidad. También afirma que el rojo es excitante y estimulante, cuando se acerca al naranja.
Es el color del amor y del odio, el rojo es el color de todas las pasiones, las buenas y las malas. La sangre se altera y sube a la cabeza y el rostro se ruboriza, por timidez o enamoramiento, o ambas cosas a la vez. También se enrojece al sentirse avergonzado, porque se esté enojado o se haya excitado. El rojo es el color del corazón y el espíritu. Los corazones se pintan rojos porque los enamorados piensan que toda su sangre fluye a su corazón. Los colores del amor oscilan tanto como las alegrías y los sufrimientos ligados a él.
Es también el color de la fuerza, el vigor, el valor y lo atractivo. Es el más vigoroso de todos los colores, el color de la vida y la alegría. Para Escudero, el rojo representa el color de intensidad afectiva, de afecto apasionado, impregnado de cierta angustiosa tensión y sobresalto-, es el color de la violencia y la explosividad, y por lo tanto se encuentra relacionado con instintos primarios, impulsos vitales agresivos. ((ESCUDERO, Valverde José Antonio, Pinturas psicopatológicas,Editorial Espasa- Calpe, 1975, Madrid – ESPAÑA.))
El rojo es además el color de la ira, la agresividad y la guerra. A Marte, dios de la guerra, se le atribuía el color rojo, el color de la sangre. Por eso el planeta Marte es el “planeta rojo”. El dios romano de la guerra se llama en griego Ares o Aries. Aries es el primer signo zodiacal del año astrológico. Aquí también el primer color es el rojo. El rojo da fuerza para la guerra, por esto los guerreros iban vestidos de rojo o se pintaban de este color. Casi todos los uniformes históricos son rojos.
El rojo es también el color del peligro y uno de los colores de lo prohibido. Quien se salta un semáforo en rojo se encuentra con una multa, y cuando cualquier instrumento de medida señala algo en rojo, es que algo no marcha bien. En el semáforo el rojo significa ¡alto!, ¡peligro!. Los frenos de emergencia, los extintores y los botones de alarma son rojos. En el fútbol un jugador tiene prohibido seguir jugando cuando el árbitro le enseña la tarjeta roja. Desde la señal que prohíbe estacionar hasta el cartel que prohíbe fumar, todas tienen rojo.
El rojo es también el color de las correcciones, los controles y la justicia. Los escolares saben que el rojo es el color de las correcciones. También es el color de los precios rebajados. Tener “números rojos” en una cuenta es cuando el saldo es negativo. Es también el color de la justicia pues durante siglos las sentencias establecieron que la sangre debía pagarse con sangre. Los jueces firmaban con tinta roja las sentencias de muerte.
El rojo también otorga la sensación de la cercanía, la voz alta y la extraversión. Ópticamente, el rojo siempre se sitúa delante. Son pocos cuadros los que tienen un fondo rojo, y en todos los casos, son cuadros en los que el efecto de profundidad está ausente. El rojo en general es el color de los extrovertidos, no puede quedar en segundo plano. En este sentido el polo opuesto al rojo es el azul, ya que este último es lo inmaterial, lo lejano, lo frío y lo bajo. No hay color más materialista que el rojo.
Históricamente, el rojo fue el color de la nobleza y de los ricos, por su carácter de color luminoso. Los colores luminosos eran privilegio de las clases superiores, y los apagados le correspondían a los pobres. El rojo era el color más claro en las tintorerías, la fabricación de los tintes era difícil, el teñido costoso y los materiales debían ser importados. Quien vestía de rojo sin pertenecer a la clase que podía usarlo, era ejecutado.
Los patricios convirtieron al color rojo en el color de los ricos. En el Renacimiento, el rojo era el color más apreciado por mujeres y hombres, jóvenes y viejos. Pero hoy algo queda del rojo de los nobles: aún se desenrolla a la entrada de la ópera, de un teatro o un hotel la alfombra roja para “los reyes”.
Para Lüscher, el rojo significa deseo en toda su gama de apetencia y anhelo: es el apremio para lograr éxitos, la fuerza de voluntad, la sangre de la conquista, el temperamento sanguíneo, la masculinidad y la sexualidad; representa lo excéntrico, lo ofensivo, lo autónomo, lo locomotor, lo competitivo; aspectos afectivos tales como la apetencia, la excitabilidad y la autoridad. ((LÜSCHER, Max, Test de los colores, Editorial Paidós, 1999, Barcelona – ESPAÑA.)) Graves dice que es el color más fuerte y posee gran poder de atracción, es positivo, agresivo y excitante; simboliza una pasión primitiva y fuertes emociones; está asociado con el peligro, el coraje, la rabia, la rivalidad, la lucha, la virilidad y el sexo. ((GRAVES, M, Color fundamentals, Editorial Mc Graw Hill, 1952, Nueva York – E.E.U.U.))
El rojo es un color masculino, y esto se muestra en muchos significados. Goethe lo llamó el rey –y no la reina– de los colores, le dio una gran relevancia en rango de dignidad y seriedad, pues según él este color reúne a todos los colores. Por su parte Kandinsky, dice que el rojo es el color que presenta mayor contraste por su calidez, pues su intensidad se constituye como una luz que irradia energía, con el vigor de lo masculino, como pasión que ardiera incontrolable. ((KANDINSKY, Wassily, De lo espiritual en el arte, Editorial Paidós, 1911, Madrid – ESPAÑA.))
El rojo masculino es el color de la fuerza, la actividad y la agresividad. Es el polo opuesto al pasivo, suave azul y al inocente blanco. El fuego es masculino, el agua es femenina. Rojo es el color de Cristo, azul el de María. La apreciación general del común de las personas es tomar al rojo como un color femenino y al azul como masculino. Esto se da porque los colores de los recién nacidos son el azul claro y el rosa. Como el color rosa es para las niñas, y el rosa viene del rojo, el rojo queda asociado a lo femenino, pero esta moda solo viene desde 1930, anteriormente el rojo siempre fue masculino.
Pero hay un rojo típicamente femenino: el rojo oscuro. El rojo claro simboliza el corazón, y el oscuro el vientre. El claro simboliza la actividad, mientras que el oscuro es un color quieto, uno de los colores de la noche. El rojo masculino es el luminoso rojo sanguíneo de la carne, y el femenino es el rojo oscuro que simboliza la sangre de la menstruación.
También la Iglesia Católica distingue los efectos de la sangre masculina y la sangre femenina. En la Eucaristía se bebe simbólicamente sangre, la sangre de Cristo, pero por otro lado algunos sacerdotes en la antigüedad, excluían a las mujeres menstruantes porque “profanaban el altar”.
El rojo es el color del fuego, y el fuego es imagen de lo divino; es Dios mismo. Moisés ve a Dios como una zarza ardiente. El Espíritu Santo se aparece como una llama. El rojo, como color litúrgico de la Iglesia Católica, es también recuerdo de la sangre del sacrificio. Las ropas de los sacerdotes, el mantel del altar y la cubierta del púlpito son rojos, en los días que se recuerda la Pasión de Jesús, el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, así como en los días que los mártires murieron por su fe.
En las representaciones pictóricas de Jesucristo y su vida, éste aparece siempre vestido de rojo. El rojo cardenal es el color más común en las vestimentas eclesiásticas que usan quienes tienen poder, en tanto que el rojo y el negro juntos se encuentran en el ropaje del demonio; la unión de estos colores rompe la perfección y la armonía.
El rojo además posee una dimensión política esencial. Es el color más frecuente de las banderas. Las banderas rojas aparecen continuamente como banderas de guerra. En 1834, en el motín de los tejedores de seda de Lyon, la bandera roja de la libertad se convirtió en la bandera del movimiento obrero. En la Revolución rusa de 1907, la bandera roja del movimiento obrero se convirtió en la bandera del socialismo y el comunismo. El rojo es el color político del marxismo-leninismo, ya que en ruso “rojo” es mucho más que un color. “Rojo” (krasnij) pertenece a la misma familia de palabras que “bello”, “magnífico” y “bueno” (krasivej).
Los rojos eran “los buenos”, y el ejército rojo era el “ejército glorioso”. El anticomunismo en cambio, hablaba del “peligro rojo” y a la República Popular China, se le llamó la “China Roja”. Por su parte Hitler, eligió deliberadamente el rojo como color de fondo para la bandera con la svástica, pues para establecer un partido de masas necesitaba la simpatía de los trabajadores: Hitler eligió el rojo por su referencia psicológica al movimiento obrero.
El rojo es el color del dinamismo y de los anuncios publicitarios. No se podría imaginar un auto de carreras de otro color más indicado que el rojo. Todos los Ferrari que han participado en carreras de autos, son rojos. Para una bebida como Coca-Cola, de efecto estimulante, ningún otro color es más apropiado que el rojo. Por el mismo motivo es uno de los colores más usados en cajetillas de cigarros, como las de Marlboro.
Es el color de todas aquellas actividades que requieren más pasión que razonamiento. Los guantes de boxeo son generalmente rojos. Es un color omnipresente en publicidad, es el color de los anuncios, y esto puede ser la razón de que el rojo sea un color cada vez menos apreciado. El rojo se ve en todas partes.
El rojo agrada a hombres y mujeres en la misma proporción: ((HELLER, Eva, Psicología del color, Editorial Gustavo Gili S.A., 2004, Barcelona – ESPAÑA.)) en cada caso un 12% nombró al rojo como color favorito. Solo el 4% de los hombres y de las mujeres nombra al rojo como el color que menos le gusta. El rojo gusta mucho más a los mayores que a los jóvenes. Es el primer color que los niños aprenden y por esto lo nombran como color preferido. Cuando todo se vuelve demasiado cromático, el primer color que molesta es el rojo, pues el rojo es el color de los colores.
Imágenes de CaptPiper, Gioischia!, jonathan gill y Ken’s flickr