Las pruebas de color permiten analizar aspectos fundamentales como la calidad de la reproducción de las imágenes, la reproducción del color y los errores de producción y montaje. Las pruebas de color más fieles son aquéllas producidas a partir de las películas finales. Lo ideal es una muestra de la manera más realista posible.
Mediante la superposición de las imágenes en colores de las películas, se compone una reproducción del impreso final sin necesidad de poner en funcionamiento una prensa. A estas pruebas se les llama “análógicas” y son bastante fieles pues reproducen el punto original de las películas, pero tienen el inconveniente de que el espectro de colores de la prueba no necesariamente simula las tintas de impresión, ya que la prensa tiene una ganancia de punto distinta a la mezcla óptica producida por la prueba de color para quien la observa.
Las bandas de color, presentan los colores y tramas diversas ordenadas en forma de tira. Se colocan en los documentos para controlar la calidad de los impresos resultantes. Las tiras de control se sitúan en las zonas marginales de los papeles para que una vez recortados los documentos no se vean o no molesten. Una vez lista la película para sacar pruebas, se pone una película de la banda de colores en cada segmento de la película.
La banda de colores aparece entonces en el borde de la prueba. El principal motivo de usar la banda de color es comprobar que la prueba (y por ende, la impresión) lleve la densidad de tinta correcta y que la película (tanto la de prueba como la de impresión) haya tenido una exposición correcta. Si la banda no existiera, sería difícil comprobar adecuadamente el color de la prueba, ya que si el proceso de prueba ha aplicado demasiado o muy poco de un color determinado, al diseñador le será difícil comprobar la separación. Por ejemplo, si al hacer la prueba se ha usado demasiada tinta amarilla, de forma que la prueba parece demasiado amarilla, aunque la película sea correcta, la banda de colores lo evidenciará.
La lectura de las bandas de color es algo para lo que la mayoría de los diseñadores no están adiestrados. Generalmente prefieren considerarlas como un instrumento del preprensista y el impresor. Sin embargo, si se experimenta con la lectura de las bandas de color, se puede adquirir un muy útil conocimiento.
a) Primero se leen las áreas sólidas de cada color individual CMYK, para comprobar las densidades de las tintas que aparecen cercanas a éstos.
b) Luego se leen las áreas de pigmentos específicos para comprobar la ganancia de punto: si se ha sacado la prueba de un color, sea con una ganancia de punto o una densidad erróneas, eso afectará a las áreas neutras de gris de la banda de color y ayudará a identificar cuál es el color incorrecto. El equilibro de punto es del 50% en el cyan y del 38-40% en el magenta y amarillo. ((BANN, David & GARGAN John, Cómo corregir pruebas en color, Editorial Gustavo Gili, 1992, Barcelona – ESPAÑA.))
c) El diseñador debe comprobar el diagrama de comparación que suministra normalmente el impresor.
Imágenes de hajs.